El cheesecake neoyorquino es un postre icónico conocido por su rica textura cremosa y su base de galleta crujiente. Originario de Nueva York, este cheesecake se distingue de otras variantes por su relleno suntuoso y denso de queso crema, crema agria y huevos, que se asienta sobre una base de migajas de galletas Graham o digestive. A menudo se sirve con una capa de crema agria en la parte superior o con frutas frescas, coulis o salsa de frutas. Hacer un cheesecake neoyorquino en casa es un proceso gratificante que resulta en un postre elegante y delicioso, perfecto para cualquier ocasión.
Ingredientes:
Para la base:
- 1 y 1/2 tazas de migajas de galletas Graham o digestive
- 1/4 taza de azúcar
- 1/3 taza de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno:
- 4 paquetes (8 oz cada uno) de queso crema, a temperatura ambiente
- 1 y 1/4 tazas de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 4 huevos grandes, a temperatura ambiente
- 2/3 taza de crema agria
- 2/3 taza de nata (crema de leche) para batir
Para la cobertura (opcional):
- 1 taza de crema agria
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Frutas frescas, coulis o salsa de frutas para servir
Instrucciones:
- Preparar la base: Precalienta el horno a 350°F (175°C). Mezcla las migajas de galletas, 1/4 taza de azúcar y mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas. Presiona la mezcla firmemente en el fondo de un molde de resorte de 9 pulgadas (23 cm), creando una capa uniforme. Hornea durante 10 minutos, luego retira del horno y deja enfriar mientras preparas el relleno. Reduce la temperatura del horno a 325°F (160°C).
- Hacer el relleno: En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave y cremoso. Añade 1 y 1/4 tazas de azúcar y el extracto de vainilla, y bate hasta que estén bien combinados. Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Añade la crema agria y la nata, y mezcla hasta que la mezcla esté lisa.
- Hornear el cheesecake: Vierte el relleno sobre la base preparada en el molde de resorte. Alisa la superficie con una espátula. Hornea en el horno precalentado durante 55-60 minutos, o hasta que el centro esté casi firme al tacto pero todavía ligeramente movible.
- Enfriar y desmoldar: Apaga el horno y deja la puerta entreabierta para permitir que el cheesecake se enfríe lentamente. Esto ayuda a prevenir que se formen grietas. Una vez que esté completamente frío, refrigera el cheesecake durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche.
- Preparar la cobertura (opcional): Mezcla 1 taza de crema agria, 2 cucharadas de azúcar y 1 cucharadita de extracto de vainilla. Extiende esta mezcla sobre el cheesecake frío y refrigera por una hora más.
- Servir: Antes de servir, desmolda cuidadosamente el cheesecake del molde de resorte. Puedes servirlo tal cual o acompañado de frutas frescas, coulis o salsa de frutas de tu elección.
El secreto de un gran cheesecake neoyorquino está en no apresurar el proceso de cocción y enfriamiento, lo que asegura una textura perfectamente suave y cremosa. Este postre es ideal para impresionar en cenas, celebraciones o simplemente para disfrutar de un delicioso bocado de indulgencia